Desencuentros, el rol que tendrá la FNE y el otro competidor en carpeta: las claves de la fusión entre Enjoy y Dreams
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La esperada fusión entre los competidores más grandes de la industria de casinos tomó la recta final. En la noche del jueves, Enjoy y Dreams comunicaron que alcanzaron un acuerdo final para fusionar ambas empresas, tras llevar adelante un due diligence recíproco a través de sus respectivos "clean teams".
Las tratativas iniciales fueron dadas a conocer en febrero del año pasado, cuando los acreedores de las compañías informaron al mercado "conversaciones preliminares" para fusionar las operadoras de casinos. En ese momento, ni el directorio de Enjoy -encabezado en ese periodo por Javier Martínez-, ni su administración conocían estos antecedentes, según revelaron.
El episodio sorprendió a todo el sector debido a la historia de desencuentros entre las empresas, pero también encendió las alertas. A 2019, según los datos de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), Enjoy y Dreams concentraban el 76,4% de participación de mercado por ingresos brutos de juego.
En detalle, la empresa que hoy lidera Claudio Fischer sumaba el 38,8% de participación, seguido de cerca por Enjoy con el 37,6%. Marinal de Sol, en tanto, quedaba en el tercer lugar con el 13,6% de representación.
Justamente, este último actor -de acuerdo a fuentes del sector- también había intentado trazar una negociación con Enjoy para realizar una fusión, pero las conversaciones no lograron frutos y, a sorpresa de varios, Enjoy llegó a un acuerdo con su archirrival con el que ha mantenido una serie de desencuentros, que incluso han llegado al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), hasta no hace mucho tiempo.
Las claves de la operación
De este modo, en la operación Enjoy será la entidad continuadora y los accionistas de Dreams -controlada por el grupo Fischer- alcanzarán un 64% de las acciones de la entidad combinada, mientras que los actuales accionistas de Enjoy controlarán el 36% restante.
Los bancos de inversión a cargo del procedimiento son Asset Chile por el lado de Enjoy -compañía que hoy dirige Henry Comber- y Tyndall por parte de Dreams. En materia legal, Claro y Cia asesoró a Enjoy y Carey&Allende (CMS) a la segunda firma.
Ahora bien, tras cumplirse así todas las etapas del proceso que comenzó oficialmente el 28 de septiembre de 2021, el siguiente paso será el análisis de las autoridades gubernamentales nacionales, incluyendo la Superintendencia de Casinos de Juego, la Comisión para el Mercado Financiero y la Fiscalía Nacional Económica.
Los expertos en derecho de libre competencia coinciden que la fusión de Enjoy y Dreams será una operación muy compleja de realizar y que, probablemente, la FNE la investigue a fondo. El foco estará en la influencia territorial de las sedes de estos competidores, de cara al efecto que puede tener en los usuarios. De acuerdo a la SCJ, en 2019 Enjoy tenía, en cuanto a la participación de mercado por permisos de operación, el 31%. Dreams, en tanto, el 27%.
A las características propias de la industria de juegos -que tiene una serie de regulaciones que cumplir-, también sumarían temas como los efectos de la pandemia y los frentes judiciales de las licitaciones.
Con todo, también se requerirá según corresponda, la autorización de los actuales acreedores de ambas compañías. El acuerdo final deberá ser aprobado por las respectivas juntas extraordinarias de accionistas de ambas empresas y se estima que la operación se materialice durante los próximos 9 a 12 meses.
La historia de amistad y conflictos
Un libro que suma varios capítulos de desencuentros es como se puede definir la relación entre los operadores que hoy buscan fusionarse, pero que se centra principalmente entre el grupo Fischer y los Martínez.
Todo partió como socios a inicios de la década del 2000, cuando ambos grupos comenzaron a administrar el casino de Puerto Varas. La sociedad se mantuvo hasta el año 2010, cuando los Fischer ofrecieron US$ 31 millones para quedarse ellos como titulares de la sociedad.
Pero fuera de ser competidores, la relación entre ambas empresas se crispó en 2018, cuando Enjoy logró arrebatarle la operación de ese casino en la región de los Lagos a Dreams. De ahí se ha desatado una serie de recursos judiciales que han intentado -entre otras cosas- invalidar los permisos en Pucón y Puerto Varas, lo que incluso llegó a Enjoy a acudir en 2019 hasta el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), acusando prácticas de competencia desleal.
Dreams también ha hecho críticas a su rival. Durante los primeros meses de la pandemia -junto a otros actores de la industria- acusaron en reiteradas ocasiones al gobierno de dar trato preferencial a Enjoy, por ejemplo, cuando se han extendido plazos para concretar inversiones comprometidas en 2018.
El último episodio fue hace apenas tres meses, cuando en medio de las negociaciones para ser socios, Dreams llevó a Enjoy al TDLC acusando competencia desleal, abriendo así una nueva arista judicial. Acusó al operador ante el máximo tribunal de la competencia por infringir la norma otorgando créditos a los clientes y participar en licitaciones de manera "engañosa", como fue el caso de Iquique.
Además de presentar una demanda en contra de su archirrival, la empresa también hizo lo propio en contra de su regulador, la Superintendencia de Casinos (SCJ). El total de las multas que se piden es de unos US$ 47 millones.